sábado, 13 de febrero de 2016

Crimen. Castigo. Redención.

Al igual que nuestro queridísimo Rodion Romanovich Raskolnikov, empecé esta aventura una tarde muy calurosa. La diferencia reside en que yo viajaba a casa de una tía a quedarme durante las vacaciones de verano. Él, pues ustedes deberán descubrir hacia donde le guiaban sus pasos.

Fiódor "Historias locas" Dostoyevski

El rico conjunto de matices, historias y personajes que contiene esta novela, no sería posible sin los terribles sucesos que acontecerían a la propia vida del escritor desde la más temprana edad. En primer lugar su madre fallece prematuramente. Se encarga por tanto de su educación Mijaíl, el autoritario y más tarde alcohólico padre. El cual le enviaría a la Escuela de Ingenieros Militares de San Petersburgo.  Lugar donde según relatan cronistas, comenzaría una incipiente pasión por la literatura. 

Su padre expiraría tiempo después en extrañas circunstancias; unos aseguran que fue abatido a puñetazos por un grupo de campesinos y otros, que una vez maniatado, torturado e inmovilizado, le obligaron a beber vodka hasta el ahogamiento. El asunto es que conmocionó a Fiódor, dejándole un profundo  sentimiento de culpa dado que innumerables veces había deseado la muerte de su padre. 

Sus años venideros no serían de gran estabilidad y sosiego. Se vieron marcados por la epilepsia, el presidio en Siberia debido a conspiraciones políticas, deudas familiares, la ludopatía y los nervios. Una existencia aun más desdichada que los mismísimos Miserables de Victor Hugo. Sin embargo, ello dio un carácter único y singular a Fiódor para escribir magistrales obras: Los Idiotas, Humillados y ofendidos, El jugador, Los hermanos Karamasov, Crimen y Castigo, entre otras. Siendo esta última, la obra que compartiré con ustedes.  

Esta no es una historia donde se robe para alimentar a los niños.


RESUMEN: Crimen y Castigo narra la historia de Rodion Romanovich Raskolnikov (o como simplemente nos gusta decirle su mamá y yo, Rodia). Un joven que ha debido dejar sus estudios de derecho por falta de dinero y vive en una paupérrima pensión, huyendo de pagar la renta como buen Don Ramón del Chavo del 8. Entonces, viviendo en la miseria misma, urde un plan para asesinar a una rica prestamista, Aliona Ivanovna.



Yo y mis responsabilidades.
OPINIÓN LITERATA: Novela cumbre de la literatura rusa. La mirada reflexiva, existencialista, contradictoria, iracunda, nerviosa, monomaníaca y sardónica de Rodia envuelve, sino desde las primeras páginas, a medida que avanzas al ser testigo en las aventuras del protagonista. 

Honestamente me resultó una lectura difícil, demoré un año en terminar. Y es que hice un hiatus a mitad del camino. Fue lo mejor. 

Este libro habla profundamente a aquellos que nos sentimos algo perdidos en este mundo. Que a pesar de ser biológicamente jóvenes, nos vemos a nosotros mismos como seniles y arruinados, hastiados de la vida, odiando a todo el mundo. Con un espíritu apático y despersonalizado. Problemáticas que al igual que antaño, están presentes en nuestro tiempo. Y es que aquí es donde la magistral pluma de Dostoyevski corta de raíz aquello. Porque si bien es cierto nos hace caer al fangoso pozo, donde sufrimos y pataleamos, también es él quien nos saca de allí. Puesto que una vez has tocado fondo, sólo queda subir. Te enseña Esperanza.

Relato cuya voz seguirá retumbando en tus pensamientos, tal como las ideas que marcaron el devenir de Raskolnikov, pero esta ves, aquellos proyectos serán de carácter virtuoso. 

En definitiva, cada uno de nosotros es Sonia, Rodia, Porfiri, Razumijin, Dunia, Aliona, Katerina, Svidrigáilov, Pulkeria o Luzhin. Sólo depende de ti decidir si quieres cometer un Crimen, sufrir el Castigo o vivir en Redención. 




Se Despide y les desea los mejores albas, la Señorita Literata. 


viernes, 12 de febrero de 2016

Dostoyevski o la miseria humana de comenzar un Blog.

Fascinante es el hecho de que cuando te planteas hacer un Blog, la mente divaga proponiendo los temas más inspiradores y enérgicos que un purista pueda imaginar. Cada palabra es una delicia, sin olvidar el placer que proporciona una composición bien hecha para aquellos obsesivos de la gramática y coherencia lingüística. Sin embargo, una vez has arreglado los asuntos más insignificantemente trascendentales, tales como la foto de perfil, las reseñas de tu fabulosa vida o el insufrible nombre del vanidoso Blog, al momento en el cual debes desbordar toda aquella verborrea literaria contenida y amordazada, simplemente te encuentras frente a una página tan en blanco como lo son tus propios pensamientos. 

Milagrosamente llueve en la sequía debido a que aparece el hada de las palabras. Por fin se hace presente. Tu alma se derrama completamente y cada crujir del teclado es una pequeña victoria. Sonido celestial. Éxtasis puro.¡Bendita sea!

Entonces, cuando tienes la satisfacción de creer haber escrito palabras fascinantes y el ritmo cardíaco se ha estabilizado nuevamente, cierta sensación amiga vuelve a aparecer para transformar el virtuoso triunfo en monomaniaca vanidad. 
Así es como llegas a pensar que hurtarán tus tan brillantes e innovadores pseudo escritos, los cuales de manera absurda crees que contienen frases tan únicas y especiales que estás reticente a compartir, dado que piensas que sólo a ti deben pertenecer, cuando en realidad ya las habías robado de otros autores para el solo hecho de vanagloriarte ante la mirada de los otros. Temes ser una farsa. De la misma manera tienes miedo de ser demasiado original. 

Falsa modestia.
Es egoísmo. Es ira. Es frustración. 
No eres mejor que otro. 
Tampoco eres especial.
Tu mente por esta noche no estallará. 
Ahora compártelo, en la web ha de ser.
La anestesia no volverá.
Estás listo. 
Será.